No todo aplica para todas. Y nunca conviene olvidar aquello de que, a veces, menos es más... de ahí que, exagerar, de el mismo resultado que quedarse en el molde... pero en líneas generales...

Imprescindible... crear una buena situación. La mayoría de las minas (y sin caer en un razonamiento lineal del estilo que tanto le gusta a Maitena) nos calentamos más con lo que se sugiere que...

mentira... una pareja garchando a lo loco, le pone la cabeza a full a cualquiera.

Bueno, de todos modos, sugerir, insinuar también está bueno... Un roce. Un par de palabras. Un beso bien dado. Un paseo de la lengua en la oreja. Y así. Supongo que cada uno sabrá.

Si con eso no alcanza, saliva siempre hay. Quiero decir. Ir en seco y directo al clítoris ni da. No da porque provoca el efecto contrario. Duele. Es decir. Para jugarsela de buenas a primeras, hay que, primero, estar seguro de qué ahí abajo... está humedo. Pero húmedo en serio. Entonces, hay que apostar con ganas a lo que decíamos más arriba. Y sí... cuando estás seguro de que los dedos van a chapotear vas directo al clítoris, y los dejas resbalar por ahí como si tal cosa. Pero sino, la saliva siempre aporta. Un poco. Tampoco hace falta escupir (al menos no siempre... porque a veces está bueno que, nada, tema de otro post)

Bien. Ahora sí.

Dos caminos (mínimo)

Si venís con el dedito lleno de saliva, ni da estar dando muchas vueltas, porque se va a secar la saliva y volvemos a lo del dolor. Si venís al charquito... entonces sí... hay que jugar... presionar levemente los labios, que entro pero no, que te toco pero no... todo, todo eso nos gusta, mucho. Pero lo que más nos gusta es que nos toquen en el clítoris.

Y usted joven amigo, se preguntará dónde está el clítoris... es ese botoncito que asoma tímidamente al comienzo superior de la vagina en cuestión. Tímidamente asoma si usted no lo llama. Porque, cuando se lo despierta, yo le puedo asegurar que late... pero mal y se hincha y se pone todo colorado y...

fssssssssssss

Bien.

Decía.

Por ahí a ustedes les quema mucho la cabeza la idea de meter un dedo ahí, donde, con toda intención, piensan meter luego otra cosa

Al menos sólo la puntita.

Ja. Qué va.

Todos somos adultos ya.

Bueno, a nosotras nos calienta eso también. Pero es importante, estimado lector, que usted no pierda de vista al mencionado clítoris, ya que probablemente para esta altura toda la sangre que tenemos en el cuerpo esté fluyendo hacia ese confortable amigo.

Una vez hecho el primer contacto... conviene siempre buscar una posición cómoda... digo... para que la lengua lle... no. Vamos por partes. Si usted se quiere quedar de frente. Y ambos estan de pie (o, los tres estan parados)... procure que la palma de su mano quede aproximadamente cóncava hacia arriba.

Es decir, haga el mismo gesto que hace para decir "mehinchasloshuevos". Esa es la posición, porque el dedo muy estirado, suele traer complicaciones con las uñas, incluso las cortas. También sirve que la mujer se siente o se acueste... O, al menos en la cima de las preferencias de quien escribe, que usted se ubique por detrás y aproveche, de paso, para respirarme en la oreja (entre otras cosas).

Acá... no vamos a abundar en todas las combinaciones posibles. Primero, por una cuestión de espacio. Segundo, por una cuestión de respeto, para el desprevenido que está leyendo esto en su trabajo. Tercero, porque nada más lindo que explorar, una y otra vez.

Pero sí vamos a subrayar un detalle. O dos. Primero. Esa simil palmadita picarona que usted ha visto en infinidad de películas porno, soft y demáses. Donde el hombre, le da pequeños golpecitos rítmicos a la mujer en el clítoris, descartela. En serio, descartela. Hay una endemoniada combinación de intensidad, ritmo y precisión que sale bien una de cada veinte veces y que, cuando sale mal, tira al carajo gran parte de lo trabajado.

Otro punto a considerar, la intensidad con la que ejerce la presión del dedo... Con la lengua es más fácil calcular... aún cuando usted tensa la lengua y se empeña en presionar punta con punta... la preción es controlada... pero con el dedo... es muy fácil pasarse... y la zona es sensible. Vio como le duele a usted cuando alguna mal nacida lo raya con los dientes??... Bueno, entonces, cuidado. No exagere.

Y, por el amor de Dios, varíe los ritmos... explore la zona... más rápido, más despacio, no, sí, etc. También preste atención...

sí, ya sé, ya se hinchó las bolas, pero ya estamos terminando.

preste atención a la cantidad de líquido que produce la damisela en cuestión.

Hay mujeres que "chorrean". A esta altura usted y yo no nos vamos a andar cuidando con los términos. Y hay otras que tienden a secarse con el mínimo aire. A éstas últimas hay que ayudarlas con saliva para lubricar tantas veces como haga falta... incluso se puede jugar a esc... (no, otro post). Pero a las que tenemos la bendición de pertenecer al primer grupo, no se nos debe desatender (ja) en este sentido: que la cantidad de líquido no haga resbalar los dedos...

Bien. Y entonces sí. Con una conciencia mínima de estos puntos y sin caer en la tentación de volverse previsible... dedíquese a masturbar a su pareja cuantas veces quiera... mueva su dedo de modo circular o vertical, explore cada rincón, use lengua, dedos, pi**, lo que tenga a mano... franeleela mucho, dígale cosas obsenas al oído, aprietesela en un rincón sin bajarle la bombacha, mirela cuando ella se toca, etc etc etc.

Vuelvan cuando quieran, acá en el carajo siempre hay lugar para amigos nuevos.