Últimamente en la tv (cuac), se recurre con insistencia al recurso del incesto...

Seamos honestos, son un asco

O sea, todo bien con lo del primo; esto paga. Quiero decir, quién no ha tenido un primo apetecible? Yo, por ejemplo, me acuerdo de cuando era una púber en pleno despertar -peep- y me fui a Rosario con Diego (Diego es de Córdoba, claro) pufs... qué bueno estaba mi primo en esa época. Posta digo, yo no sé cómo hacía para estar tan bueno... Claro que, cuando volvímos nuestras madres respectivas nos amedrentaron con árboles genealógicos y probabilidades de malformaciones genéticas en nuestra prole; porque para complicar las cosas del todo, nosotros éramos (somos) primos segundos.

Bueno, el punto; lo del primo ponele... pero lo de los hermanos? eso es cualquiera, por más que sean medio hermanos ni da; qué morbo tan asqueroso (ojo eh que en este blog respetamos a todos y cada uno que haga lo que quiera) pero no da...

Peor esas porno de calidad dudosa, donde madre e hija se enfiestan con un tipo; no me jodas, dan asco, re decadente... si cualquier mina tiene una amiga para hacer una fiesta y es mucho más estético (ja)

Bueno, hablando de pornos, elijan argumento en el post de abajo de una vez...

Me voy, el remate se los debo, porque tengo que ir a laburar... supongo que este post será para coleccionistas porque en cuanto lo agarre con tiempo lo reescribo por completo.

Ahí se "conocen" pero por las dudas antes pídanse documentos

¿Querés jugar?

Bueno, ponete en bolas...

ja, no... jueguito

no, esto no es NUT, no se equivocaron

Es fácil, propongan pseudo argumentos (ninguna lo tiene, no vamos a ser nosotras las exigentes) para una pelicula porno... votamos, elegimos... y uno de estos días escribimos el guión entre todos

No se entusiasmen, lo escribimos en los comentarios.

Vale tirar ideas, propuestas, locaciones, país, protagonistas, la goma... lo que quieran, aportes humildes o detallados, todo suma en una orgía.

Bueno, ahí tienen a proponer argumentos para una porno que después votamos.

UPDATE

Bien del comentario número 35 en adelante ya no vale exponer ideas (ahora seguro que por eso perdemos una oportunidad única) hay que votar cual de todos los que propusieron da para que escribamos el guion

no se desbanden

aun

no me peguen

soy ... ya sabemos quien

Hace poco tiempo, Maga habló en este blog acerca de la previa. Y de más está nombrar las incontables veces que hemos hablado sobre el momento en sí y algunas de sus variantes.
Pues bien, amigos lectores de Bendito, hoy entonces vamos a dedicarnos al momento posterior, es decir "el después de cojer".
Nada de besito rápido en la frente, darse media vuelta, apagar la luz y tardar apenas 3 segundos en comenzar a roncar! En este blog estamos total y absolutamente a favor de reivindicar ese gran momento y hacerlo único y entretenido! ¿Ideas, sugerencias...? Pero cómo no! ¿Qué podemos hacer entonces, después de un buen polvo?

* Para los fumadores, lo primero, principal, vital y fundamental será prenderse un cigarrillo. Creo que junto con el de "después de comer", ésta es una de las dosis de nicotina que más se disfrutan.
* Tomarse una cerveza bien helada. Éste ítem (altamente recomendable sobre todo en época estival) además, previene la deshidratación. Otras variantes: para los abstemios, podría ser una Coca con hielo (vale jugar después con los cubitos!); en invierno, un rico vino tinto; para los de paladar exquisito y alto nivel adquisitivo se sugiere descorchar un champagne (o su variante económica y muy práctica en botellita de 187); y sino siempre se puede recurrir a la vieja y querida botella de agua con la que se puede aprovechar para, por ejemplo, usar un lindo ombligo de "vasito", o traer el sifón y sorprender al acompañante de turno con un chorro espumante a presión aplicado en zona a elección.
* Armar un pic nic en la cama, usando las sábanas de mantel... o los cuerpos de plato, por qué no. La idea es que no se pierda valioso tiempo cocinando platos elaborados, así que apelen al sanguchito, los maníes, las papas fritas de bolsita, o la milanesa que sobró de la noche anterior.
* Variantes con respecto al ítem anterior, utilizando delicias como: chocolate, postrecitos, mousse, helado (en verano, por favor!), torta, miel, frutas, crema chantilly (muy práctica la que viene en aerosol)... o cualquier cosa que imaginen que queda muy rica sobre la piel del otro.
* Charlar: bueno, dicho así parece un punto bastante insulso, pero la realidad es que es a veces en estos ratos donde se dan las conversaciones más interesantes. Recuerden que ya está, que ya pasó el momento de tensión, ya estamos completamente desnudos y relajados frente al otro, entonces... ¿por qué no aprovechar para desnudar un poco el alma también? Es el momento indicado para confesiones, declaraciones, piropos, pedidos, y para echar luz sobre aquellos puntos oscuros que todos tenemos. Después de todo, piensen que (si todo salió bien, antes) el que escucha está medio narcotizado por el sexo y en un estado de semi-enamoramiento que hará que prácticamente nada de lo que digamos asuste u horrorice.
* Hacer payasadas: justamente por lo que veníamos diciendo recién y aprovechando el momento de relax, no hay nada más copado que sacar a relucir la veta humorística y hacer reir al otro. Acá las variantes son infinitas: hacer cosquillas; jugar a la lucha libre al mejor estilo Titanes en el Ring, donde gana punto el que primero ponga de espaldas contra el colchón a su adversario; practicar el paso Dirty Dancing (ése que era broche de oro en la prueba de Feliz Domingo, en donde él la alza a ella tomándola de la cintura y formando una especie de T); una vuelta a caballito en bolas por toda la casa (siempre y cuando no haya gente); imitaciones; etcéteras varios.
* Juegos de rol: donde se puedan inventar situaciones e improvisar en base a ellas. Por ejemplo: recrear el típico levante de boliche (de paso, aprovechás para reconquistarla!); jugar al doctor, al maestro y alumno; a la sirvientita y su amo; al esclavo y su dueña...

En definitiva, y por qué no, aprovechar al máximo todos estos puntos para divertirse, conocerse mejor, desarrollar la confianza mutua, y que de paso puedan servir como disparadores para "volver a empezar". O sea: que el momento posterior, bien pueda ser una buena previa para el segundo.

La carne es debil (atenti, dije debil, no flácida; para eso hay gimnasios) pero la sociedad es injusta. Por ende, cuando una promedia cierta edad (que viene a ser la edad en la que un manoseo a las apuradas sabes que tiene que terminar en otra cosa) empieza a comprender que por más ganas que tenga en 98 de cada 100 PRIMERAS citas (la llamaban, le decian, la muchacha precoz...) conviene no tener sexo.

Pero, como decíamos la carne es débil y algunos de ustedes tan irresistibles...

No vamos a discutir acá niñerías del tipo: a mí me parece bien que las minas entreguen de una; yo soy Pepita Blabla y entrego siempre y no me tienen como trola y demás... sabemos que este blog no es para este tipo de pavadas (y quizá hablemos de ello en NUT; ja).

Decía, convengamos que está bueno salir airosa (INSERTAR chiste escatológico) de la primera cita.

Ahora bien, después de todo esta extensa introducción (como para que algunos empiecen a copiar el ejemplo; a saber, nota mental: INTRODUCCIÓN LARGA), pasemos a los bifes.

Hay, por lo menos, tres cosas que podemos usar como aliados si no confiamos en nuestro NO, hoy NO.

1- No depilarse. Esta es genial. No importa cuántas veces una haya usado los pelos en las patas como estimulante erótico con la ex pareja; son muy pocas las sucias (sí loco, vayan admitiendolo) que se animan a encamarse con alguien de una con trenzas en la zona. Pero esto puede fallar; en verano y primavera una anda siempre depilada, se puede tener una tenue pelusa rubia y/o conocer a algún frances irresistible a quien este detalle no lo incomode fehacientemente

2- Ropa interior enorme. Vamos, todo muy hot, los labios separaditos, la lenguita apoyada en el cuello de él, vamos subiendo a la oreja, jadeamos así, disimuladamente como para que reviente y, de golpe nos acordamos que traemos una bombacha de un tamaño tal que le sería muy útil a la cigüeña para transportar trillizos desde París... TAXI
Igual, después de El diario de Brigit Jones este punto perdió fuerza; y nunca falta la diva que va al baño, se saca la bombacha y vuelve sólo con la pollerita para que la víctima de turno piense: que trola es esta... mientras una piensa: si le arruino la bombacha a la nona me mata.

3- Indisponerse. Apa. A ver. Las valientes a levantar la mano. Quien se anima a desangrarse en la cama de un extraño?... vamos... no veo manitos al aire... quien se la banca?? no, no es fácil. Si bien hay que programar todas las citas en cuatro días del mes, es la más segura; aunque nunca falta la mártir: yo te hago un pete, pero vos no me toques.

No hay caso; como todo, esto es una pura cuestión de voluntad. Voluntad de bancarmela, así cuando pasa, vale la pena. Ojo, a veces vale la pena en la primera; la vida es tan relativa que una no puede andar escribiendo leyes.

Y sí, el post es largo... asique ahí tienen otro ejemplo para copiar; (Nota Mental: no "correrme"* al toque).

*Oye tia, venga pues que me corro, anda muévete que me corro, coño... ja, el doblaje al español de España de las películas porno es para cagarse de risa.

Ya que este tema surgió en los comentarios del post de acá abajo y que además es algo que tenía pensado tratar en este blog hace un tiempo, aprovechemos el envión para hablar de la virginidad.
Concretamente les propongo revisar este asunto de la fantasía masculina de que está buenísimo desvirgar a una mujer. Mi pregunta sería: ¿por qué?
A ver... No me gusta generalizar, pero digamos que una mujer pierde su virginidad a la edad promedio de 16 años. Y que, como el concepto de virginidad lo indica, no tiene experiencias sexuales previas. Es decir, nunca fue penetrada.
¿Qué posibilidades concretas tiene el hombre de pasarla realmente bien? No me vengan con que esto depende de los acercamientos sexuales que haya podido tener la muchacha en cuestión, porque convengamos que por más dedos (propios o ajenos) que hayan podido ablandar el terreno... no es lo mismo tocarse (o que te toquen) que cojer. Sí, ayuda. Pero ayuda a descubrir sensaciones. Quizás a reconocer la sensación del orgasmo, o a encontrar el camino para alcanzarlo. Pero no da mucha noción concreta. Y por más películas con escenas de sexo que haya visto, o libros de "¿Qué me está pasando?" y revistas Cosmopolitan que haya leído, o charlas que haya tenido con sus amiguitas, primas, mamá, hermanas o la maestra de Biología a la que le tocó la parte de Educación Sexual... nada puede anticiparle a esta chica cómo va a ser ese momento, qué es lo que tiene (o puede) hacer para pasarla bien y qué significa cada señal que su cuerpo le está dando. Simplemente, porque son cosas nuevas, nunca antes vividas ni experimentadas.
La experiencia sexual de un hombre con una mujer virgen jamas podrá igualar en placer a la que pueda tener con una mujer que ya tiene antecedentes (penales, sí, justamente).
Entonces, ¿dónde está lo placentero?
Creo que la cuestión radica sencillamente en el acrecentamiento del ego masculino. En esa cosa de que el hombre se siente especial por haber sido elegido para llevar a cabo esa tarea. Porque, en cierta forma, va a oficiar de docente, de iniciador, "el que le va a mostrar el camino". Y porque, pase lo que pase, sea una buena o una mala experiencia, ese día y ese hombre serán recordados por siempre por la fémina en cuestión.
Entonces... convengamos que este tema no pasa por una cuestión placentera, o sea, que esté bueno cojer con una mina que no tiene experiencia. Pasa por una cuestión egocéntrica. Y por contárselo después a los amigos y que todos te palmeen y te digan: "Qué grosso!".
Así que no confudamos gordura con hinchazón y llamemos a las cosas por su nombre.