jueves, octubre 07, 2004

EL JUEGO

"Quiero jugar con vos", te decía. Y vos ya sabías a qué me estaba refiriendo. También sabías que yo no era la única que jugaba, ya que siempre te dejaba jugar conmigo, a esto, que no tiene reglas y que algunos se empecinan en llamar Sexo.
El reglamento se trazaba en el momento.
La regla número uno era que quien comenzaba el juego era quien podía, justamente, delinear las reglas. Y todo podía empezar de una manera y luego cambiar a otra. Entonces la cosa era simplemente así: si yo arrancaba, yo guiaba. Si vos me ganabas de mano, yo me dejaba hacer. Y otras veces decretábamos la anarquía total y nos rebelábamos inclusive contra la regla número uno.
La regla de oro era la regla del límite. Sabíamos que el límite era el dolor o el riesgo físico, tanto propio como del otro. Todo estaba permitido siempre y cuando no lastimara.
Y te dejé jugar. Y me dejaste jugar.
A veces comenzabas alzándome por los aires y yo tenía que hacer de cuenta que no me gustaba y gritarte que me bajaras, mientras aprovechaba las alturas para probar una nueva óptica.
Jugué a hacerme la dormida solamente para que despertaras una catarata de sensaciones en mi cuerpo relajado y me arrancaras la primera sonrisa del día.
Jugué a seducirte pura y exclusivamente con el poder de la mirada. Tan sólo eso: mirarnos. A los ojos. Al cuerpo. Al alma. Mirar y no tocar. Tan intensamente que te hacía morir en una lucha interior donde el tacto se desesperaba por actuar, pero a la vez la vista compensaba todo sentido inhabilitado.
Jugué a descubrir centímetro a centímetro el sabor de cada rincón de tu piel. Y algunos lugares eran tan deliciosos que me hicieron quedar un largo rato saboreándote en una fusión perfecta de besos y mordiscos.
Jugué a ser inocente. Y a ser culpable. Y jugamos a que me dictabas sentencia y me hacías cumplir una condena.
Jugué a ser mala. Y algunas veces dejaba que me castigaras por mis maldades. Pero otras veces no. Otras veces te maltraté tanto que tus "basta por favor" cargados de excitación retumbaron en las paredes de la habitación.
Jugamos a ser desconocidos y te permití seducirme como si fueras un perfecto extraño. Irresistible. Desplegabas todas tus técnicas y habilidades, y recobrabas un brillo sensual que nunca perdiste.
Jugué a ser pequeña e inexperta. Te gustaba adoptar el rol docente y así era como en reiteradas lecciones me enseñabas posiciones, lugares, sensaciones, puntos de placer. Yo hacía la tarea prolijamente y luego vos te sentías orgulloso de ver cómo la alumna superaba al maestro.
Jugamos a hablar y contarnos paso a paso cada sensación que nos provocábamos, intentando ser lo más exhaustivos y precisos en las descripciones. Nos dimos cuenta del poder que tienen ciertas palabras dichas de la manera y en el momento indicados. Pero otras veces jugamos a callar y a intentar contener nuestra voz desde el principio hasta el final.
Jugaste a usar mi cuerpo como plato para tu postre. Usamos nuestros dedos de cubiertos. O nada. O las manos. O las lenguas.
Y en cada juego te mostré cómo ciertas partes de mi cuerpo encastraban a la perfección con el tuyo. Y probamos ese encastre, una y otra vez. Era asombroso. Perfectas piezas de un puzzle talladas en dos cuerpos: el tuyo y el mío.
En estos juegos no había perdedores. Sí existían los puntajes y los marcadores, pero no se trataba de competir por ver quién sumaba más. Inclusive muchas veces la gracia misma del juego era intentar hacerle sumar más puntos al otro.
Sabíamos que los dos ganábamos. Siempre.
El premio era el placer, el amor, el goce, el cansancio feliz, las sábanas revueltas, la ropa tirada por el piso, los pelos desordenados, el sudor compartido, los jadeos, los gemidos, y sobre todo: el momento único, privado e irrepetible que compartíamos vos y yo.

|



Bendiciendo:

Maga
~Naty~
¨ce_

 

  • septiembre 2004
  • octubre 2004
  • noviembre 2004
  • diciembre 2004
  • enero 2005
  • febrero 2005
  • marzo 2005
  • abril 2005
  • mayo 2005
  • junio 2005
  • julio 2005
  • agosto 2005
  • septiembre 2005
  • octubre 2005
  • noviembre 2005
  • diciembre 2005
  • enero 2006
  • febrero 2006
  • marzo 2006
  • julio 2006
  • agosto 2006
  • septiembre 2006
  • octubre 2006
  • noviembre 2006
  • diciembre 2006
  • Contacto

    Blogger


    -----------------------------------------------