De cómo practicar sexo oral exitoso (y excitante)
Las
fellatio que más me han festejado fueron aquellas en las que más me he concentrado en el otro y en las que el miembro masculino se termina transformando en una especie de objeto de culto y adoración.
El primer detalle importante es la posición en la que vamos a realizar dicha práctica. Ante todo, tenemos que estar cómodas, ya que vamos a pasar unos cuantos minutos así, y la idea es que no quede nada aplastado, ni atrapado, ni acalambrado, ni adolorido. Lo ideal es que además a él le quede alguna parte de nuestro cuerpo al alcance para que pueda manotear. Eso, de paso, nos va a entretener también a nosotras.
Siempre es bueno empezar suavecito y por la puntita, con una onda
timidez. O como diciendo:
"hola, qué tal, soy la lengua, cómo estás, permiso... trabajás o estudiás, de qué signo sos". Luego de este reconocimiento, ya puede invadirse el resto del territorio a conquistar.
Cada una de nosotras tiene su técnica de chupado, desde luego. Pero la onda parece que es mezclar de todo un poco: succión, lambeteo, juego con los labios y/o con la punta de la lengua, una sutil y leve mordidita
(leve!! recuerden que es una zona muy sensible!!), todo vale así que mezclen. Y lo importante es el acompañamiento del movimiento con las manos. Sepan que si se utilizan ambas manos, mucho mejor. Y cuando la coordinación entre las dos manos, la boca y la lengua es la adecuada, los resultados son perfectos.
Recuerden que un pete bien practicado ejerce un poder absoluto sobre el otro.
Y que además, somos nosotras las que vamos a decidir hasta dónde llegar
(vamos, que cualquiera se da cuenta cuándo se viene...) y no hay nada que esté bien o mal.
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