La intimidad y sus reveses
La convivencia y la intimidad tienen de lindo todo lo que muestra Hollywood, pero de feo todo lo que uno descubre después. No voy a hablar de los que sabanean pedos en la cama ni de los que deciden mear con la puerta abierta. Eso ya está trillado.
Hablemos de la tan romántica "Ducha de a Dos". Nada más lindo que enjabonarle la espalda a la amada. Nada más provocador que ver cómo ella deja caer el jabón a propósito para levantarlo sin miedo.
Pero hay algo que se debe saber: el hombre apenas pisa la ducha, quiere mear. Es así. No importa que cinco minutos atrás measte en el baño. No importa que estés en el desierto del Sahara. Pisás una ducha y querés mear.
Pensemos en la intimidad: Mear con la pareja al lado, en la ducha, ES LINDO? Ensuciar no ensucia, porque igual uno está a punto de bañarse. Uno habla de la confianza y todo eso y dice "me encanta compartir TODO con vos mi amor!" y de ahí a cagar con la puerta abierta, un paso.
No confundamos libertad con libertinaje.
No confundamos TEAMO con MEAMO.
Josi (Bloggero invitado a Bendito tú eres...)
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