martes, julio 26, 2005

Speedy González

Continuando con la semana de anécdotas sexuales papeloneras, aquí tenemos la de jAiRo:

Uno puede hacer muchos papelones en su vida, algunos graciosos, otros irritantes y seguramente patéticos, pero siempre se recuerdan con risa y terminan siendo tan sólo una anécdota divertida.
Pero cuando uno hace el ridículo en la cama, estos papelones pueden llevarte a terapia, tal como me pasó a mí.
Resulta que hace un par de años, yo estaba en la cúspide, hacía ya un largo tiempo que estaba solterito, era un personaje bastante conocido, no soy Gael García Bernal pero tampoco soy feo, estaba terminando de cursar la facu, tenía un trabajo tranqui, y me había comprado mi primer auto (hoy fallecido como les conté alguna vez).
Todas esas condiciones a uno le suben la autoestima y lo envalentonan frente a muchas situaciones, y yo que fui siempre un pibe tímido, me dediqué a encararme a todas las mujeres que no me animaba.
Resulta que un bendito sábado, me puse a charlar con una bella señorita, bastante deseada en la tribuna masculina, y charla va trago viene terminamos enroscados.
Muchos besos, mucho franeleo, demasiada excitación. Decidimos irnos del boliche con rumbo al departamento de ella (muy viva, me llevó a su territorio).
Ya en el depto. nos dedicamos al fabuloso juego previo. No sé si será por lo intenso del precalentamiento, por la ansiedad, o por no poder creer con quién estaba, que mi querido amigo se olvidó de obedecer mis órdenes y terminó su trabajo antes de que empezara.
Totalmente avergonzado, no sabía qué hacer (reverendo HDP justo hoy tenés que portarte así), pero ella me calmó y siguió hasta que el traidor volvió a la vida. Hete aquí que cuando a copular, fueron 2 bombazos y otra vez (parecía una escena sacada de American Pie), a lo que ella dijo "hace mucho que no la ponías?" riéndose. Ja ja, como si eso me hubiese calmado.
Y como si fuera poco, me puse tan nervioso que nunca más se volvió a levantar esa noche.
Desde ese día fui conocido por un tiempito como Speedy, porque a la señorita se le ocurrió divulgar lo sucedido esa noche, cosa que me llevó a terapia.
Por suerte unos meses después volví a tener otra oportunidad con esta mujer, pude reivindicarme y estuvimos saliendo un buen tiempo.
Eso sí, nunca más pude sacarme la fama de precoz. Y si eso no es un papelón, entonces qué?

jAiRo - Te muestro los dientes

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Bendiciendo:

Maga
~Naty~
¨ce_

 

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