martes, agosto 02, 2005

El primero

Ya que este tema surgió en los comentarios del post de acá abajo y que además es algo que tenía pensado tratar en este blog hace un tiempo, aprovechemos el envión para hablar de la virginidad.
Concretamente les propongo revisar este asunto de la fantasía masculina de que está buenísimo desvirgar a una mujer. Mi pregunta sería: ¿por qué?
A ver... No me gusta generalizar, pero digamos que una mujer pierde su virginidad a la edad promedio de 16 años. Y que, como el concepto de virginidad lo indica, no tiene experiencias sexuales previas. Es decir, nunca fue penetrada.
¿Qué posibilidades concretas tiene el hombre de pasarla realmente bien? No me vengan con que esto depende de los acercamientos sexuales que haya podido tener la muchacha en cuestión, porque convengamos que por más dedos (propios o ajenos) que hayan podido ablandar el terreno... no es lo mismo tocarse (o que te toquen) que cojer. Sí, ayuda. Pero ayuda a descubrir sensaciones. Quizás a reconocer la sensación del orgasmo, o a encontrar el camino para alcanzarlo. Pero no da mucha noción concreta. Y por más películas con escenas de sexo que haya visto, o libros de "¿Qué me está pasando?" y revistas Cosmopolitan que haya leído, o charlas que haya tenido con sus amiguitas, primas, mamá, hermanas o la maestra de Biología a la que le tocó la parte de Educación Sexual... nada puede anticiparle a esta chica cómo va a ser ese momento, qué es lo que tiene (o puede) hacer para pasarla bien y qué significa cada señal que su cuerpo le está dando. Simplemente, porque son cosas nuevas, nunca antes vividas ni experimentadas.
La experiencia sexual de un hombre con una mujer virgen jamas podrá igualar en placer a la que pueda tener con una mujer que ya tiene antecedentes (penales, sí, justamente).
Entonces, ¿dónde está lo placentero?
Creo que la cuestión radica sencillamente en el acrecentamiento del ego masculino. En esa cosa de que el hombre se siente especial por haber sido elegido para llevar a cabo esa tarea. Porque, en cierta forma, va a oficiar de docente, de iniciador, "el que le va a mostrar el camino". Y porque, pase lo que pase, sea una buena o una mala experiencia, ese día y ese hombre serán recordados por siempre por la fémina en cuestión.
Entonces... convengamos que este tema no pasa por una cuestión placentera, o sea, que esté bueno cojer con una mina que no tiene experiencia. Pasa por una cuestión egocéntrica. Y por contárselo después a los amigos y que todos te palmeen y te digan: "Qué grosso!".
Así que no confudamos gordura con hinchazón y llamemos a las cosas por su nombre.

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Bendiciendo:

Maga
~Naty~
¨ce_

 

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